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Control y prevención de la insuficiencia cardíaca
¿Qué es la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca es una afección en la cual el corazón tiene dificultad para bombear sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo de forma correcta. Esto provoca que presente una variada sintomatología y problemas de salud que pueden ser importantes.
Tipos de insuficiencia cardiaca
La enfermedad puede afectar únicamente al musculo del lado izquierdo (figura 1) o al del lado derecho del corazón (figura 2). Más frecuentemente, ambos lados del corazón resultan comprometidos.


La insuficiencia cardíaca ocurre cuando:
- El miocardio no puede bombear correctamente la sangre del corazón. Esto se denomina insuficiencia cardíaca sistólica o insuficiencia cardíaca con una capacidad de contracción o fracción de eyección reducida.
- El músculo del corazón está rígido y no se llena de sangre fácilmente. Esto se denomina insuficiencia cardíaca diastólica o de llenado del corazón.
A medida que el bombeo del corazón se vuelve menos eficaz, la sangre puede acumularse en otras zonas del cuerpo. El líquido se acumula en los pulmones, el hígado, el tracto gastrointestinal, al igual que en los brazos y las piernas. Esto se denomina insuficiencia cardíaca congestiva. Las primeras manifestaciones son; la acumulación de líquido en las extremidades principalmente en los tobillos (edemas), en el abdomen y la mayor fatiga al hacer una actividad.
El musculo del corazón se llama miocardio y su enfermedad se denomina miocardiopatía. Las miocardiopatías según su causa y el tipo de alteración que produce en el músculo cardiaco se clasifican en:
Miocardiopatía dilatada
La Miocardiopatía Dilatada es una enfermedad del musculo cardiaco que provoca el aumento del tamaño de los ventrículos y dificultad para que el corazón bombee sangre de forma normal. Puede ser hereditaria y puede afectar a uno o más miembros de una familia. Se produce con mayor frecuencia en personas de mediana edad y es más probable que afecte a los hombres. La investigación ha demostrado que la miocardiopatía dilatada puede estar relacionada con la genética de un individuo, aunque la causa más frecuente es la enfermedad de las arterias coronarias o el ataque cardíaco. Los síntomas son los habituales de insuficiencia cardiaca, fatiga, dificultad para respirar y retención de líquidos.
En la actualidad no existe curación para la miocardiopatía dilatada, pero el tratamiento con medicamentos ayuda a controlar los síntomas y reduce el riesgo de que la enfermedad empeore o aparezcan nuevos síntomas. Algunas personas pueden necesitar la implantación de un marcapasos o un DAI (desfibrilador automático implantable). En algunos casos avanzados puede considerarse la opción de un trasplante de corazón.

Miocardiopatía hipertrófica.
Este tipo de enfermedad implica un engrosamiento anormal del músculo cardíaco y afecta, particularmente, al músculo de la cavidad de bombeo principal del corazón (ventrículo izquierdo). El engrosamiento del músculo del corazón puede dificultar que este último funcione de manera adecuada.
Puede diagnosticarse a cualquier edad, pero la afección tiende a ser más grave si se manifiesta durante la infancia. La mayoría de las personas afectadas tienen antecedentes familiares de la enfermedad, y algunas mutaciones genéticas se han relacionado con la miocardiopatía hipertrófica. La enfermedad habitualmente se transmite de padres a hijos sin saltar generaciones. Cada hijo o hija de una persona afectada tiene un 50% de posibilidades de heredar la enfermedad. La enfermedad suele desarrollarse durante la adolescencia.
Los síntomas más frecuentes son: falta de aire, dolor en el pecho, palpitaciones, mareo y pérdida de conciencia. Actualmente el diagnóstico se consigue tras la realización de un ecocardiograma. Pueden ser necesarias otras pruebas encaminadas a la valoración de los síntomas, valoración del riesgo de complicaciones en especial el riesgo de muerte súbita y también para seleccionar el tratamiento más idóneo.
A pesar de que esta enfermedad no es curable, hay muchas formas de tratamiento disponibles, las cuales suelen aliviar los síntomas. Muchas personas no requieren tratamiento. Depende en ocasiones de la presencia o ausencia de obstrucción en el ventrículo izquierdo, y en tal caso lo más frecuente es que se necesiten fármacos o en menor medida tratamientos más agresivos como la implantación de marcapasos, la ablación septal con alcohol (reducción del grosor de la pared que separa ambos ventrículos) o la cirugía cardiaca (miectomía o extirpación quirúrgica de una parte del músculo engrosado). También se pueden precisar otros fármacos (antiarrítmicos, anticoagulantes, relajantes musculares, etc.) si aparecen complicaciones relacionadas con la enfermedad.
A pesar de que la muerte súbita es la complicación más temida de la miocardiopatía hipertrófica, es un fenómeno relativamente infrecuente y puede ser prevenida en la mayoría de los pacientes. La mayoría de los pacientes que están en riesgo pueden ser identificados por medio de pruebas sencillas y no agresivas, como son un Holter, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo, siempre bajo indicación médica.
En los pacientes que tienen un riesgo elevado de muerte súbita se recomienda la implantación de un Desfibrilador interno (DAI), mediante una intervención quirúrgica menor. La elección del tratamiento más oportuno requiere de una valoración cautelosa y debe ser individualizada.

Miocardiopatía restrictiva
En este tipo, el músculo cardíaco se vuelve rígido y pierde elasticidad, lo que significa que no puede expandirse y llenarse de sangre entre latidos. Este es el tipo de miocardiopatía menos frecuente y puede ocurrir a cualquier edad, pero afecta con más frecuencia a las personas mayores.
La miocardiopatía restrictiva puede ocurrir sin motivo aparente (idiopática) o puede deberse a una enfermedad en otro lugar del cuerpo que afecte al corazón, como cuando hay acumulación de hierro en el músculo cardíaco (hemocromatosis).
Displasia arritmogénica del ventrículo derecho
En este tipo poco frecuente de miocardiopatía, el músculo de la cavidad cardíaca derecha (ventrículo derecho) es reemplazado por tejido cicatricial, lo que puede provocar problemas en el ritmo cardíaco. Muchas veces se debe a mutaciones genéticas.
Causas más comunes
La insuficiencia cardíaca casi siempre es una afección prolongada (crónica), pero se puede presentar repentinamente. Puede ser causada por muchos problemas diferentes del corazón, como:
- La insuficiencia coronaria (angina de pecho o infarto de miocardio). La enfermedad de la arteria coronaria (EAC), se debe a un estrechamiento o bloqueo de los pequeños vasos sanguíneos que suministran sangre y oxígeno al corazón.
- La hipertensión arterial. Que lleva a una sobrecarga del corazón.
- Enfermedades de las válvulas cardíacas, por estrechamiento o insuficiencia.
- Cardiopatías congénitas. El médico puede recomendar que sus familiares se hagan un control.
- Trastornos metabólicos, como obesidad, enfermedad tiroidea o diabetes
- Arritmias (alteración del ritmo cardiaco)
- Enfermedades del musculo del corazón (miocardiopatías). Por causas diversas, como infecciones, congénitas y alcohol.
- Otras causas menos frecuentes: Anemia grave, insuficiencia respiratoria, amiloidosis; deficiencias nutricionales de vitaminas o minerales esenciales, como tiamina (vitamina B-1); complicaciones durante el embarazo, beber demasiado alcohol durante muchos años, consumir cocaína, anfetaminas o esteroides anabólicos, consumir algunos medicamentos de quimioterapia y radiación para tratar el cáncer
Síntomas
Los síntomas de la insuficiencia cardíaca con frecuencia empiezan de manera lenta, también pueden empezar de manera repentina después que el corazón se haya dañado a consecuencia de un ataque cardíaco u otro problema.

A medida que avanza la enfermedad, aparecen signos y síntomas, como los siguientes:
- Fatiga al hacer un esfuerzo o incluso en reposo
- Hinchazón en las piernas, los tobillos y los pies (edemas)
- Hinchazón del abdomen debido a la acumulación de líquido (ascitis)
Al rato de acostarse:
- Palpitaciones o latidos rápidos, a veces irregulares.
- Dolor u opresión en el pecho.
- Mareos, incluso desmayos.
- Aumento de peso

Es fácil observar:
- Respiración rápida y jadeante. Sonidos (estertores) por la acumulación de agua en los pulmones.
- Mala coloración de piel y mucosas.
- Sudoración fría.
- Disminución de la orina.
- Venas del cuello distendidas.
Los signos y síntomas tienden a empeorar, a menos que se traten. En algunas personas, la enfermedad empeora rápidamente; en otras, podría no empeorar durante mucho tiempo. La asociación americana del corazón clasifica la insuficiencia cardiaca en 4 grados de severidad creciente.

Diagnóstico
Existen varios tipos de exploraciones que nos ayudaran en el diagnóstico. La más eficaz es la ecocardiografía, que además puede dar luz sobre la causa de la insuficiencia cardiaca. Otros estudios de imagen pueden mostrar hasta qué punto el corazón es capaz de bombear sangre y el daño miocárdico. Diversos exámenes de sangre se pueden utilizar también para confirmar el diagnóstico y ayudar en el tratamiento.
Es necesario:
- Diagnosticar y controlar la insuficiencia cardíaca
- Identificar los riesgos de distintos tipos de enfermedades del corazón
- Buscar las posibles causas de insuficiencia cardíaca o problemas que pueden hacer que su insuficiencia cardíaca empeore
- Vigilar los efectos secundarios de los medicamentos que esté tomando
Tratamiento
Usted deberá tomar medicamentos para tratar la insuficiencia cardíaca. Los medicamentos tratan los síntomas, impiden el empeoramiento de la enfermedad y le ayudan a vivir mejor y más tiempo.
Los medicamentos ayudan a que el corazón bombee mejor:
- Evitan la formación de coágulos.
- Bajan los niveles de colesterol.
- Abren los vasos sanguíneos o disminuyen la frecuencia cardíaca para que su corazón no tenga que esforzarse tanto.
- Reducen el daño al corazón.
- Reducen el riesgo de ritmos cardíacos anormales.
- Reponen el potasio.
- Disminuyen el exceso de líquido y sal (sodio).
Es muy importante que usted tome el medicamento como se lo indicaron. No tome ningún otro fármaco ni hierbas o plantas medicinales. Los fármacos que pueden empeorar la insuficiencia cardíaca incluyen:
- Ibuprofeno (Advil, Motrin)
- Naproxeno (Aleve, Naprosyn)
Se pueden recomendar las siguientes cirugías y dispositivos para algunas personas con insuficiencia cardíaca:
- La cirugía de revascularización coronaria o angioplastia con colocación de estent o sin este, pueden ayudar a mejorar el flujo sanguíneo al miocardio dañado o debilitado.
- La cirugía de válvulas cardíacas se puede realizar si los cambios en una válvula cardíaca están causando la insuficiencia cardíaca.
- Un marcapasos puede ayudar a tratar la frecuencia cardíaca lenta o ayudar a que ambos lados del corazón se contraigan al mismo tiempo.
- Un desfibrilador envía un impulso eléctrico para detener los ritmos cardíacos anormales potencialmente mortales.
Insuficiencia cardiaca avanzada
La insuficiencia cardíaca grave ocurre cuando los tratamientos ya no funcionan. Ciertos tratamientos se pueden emplear cuando una persona está esperando (o en lugar de) un trasplante de corazón:
- Balón o globo de contrapulsación aórtica (BCA o GCA)
- Dispositivo de asistencia ventricular de izquierda o derecha (DAV)
- Corazón artificial total
En cierto momento, el cardiólogo decidirá si se justifica seguir tratando la insuficiencia cardíaca agresivamente. La persona, junto con su familia y los médicos, posiblemente deseen hablar de los cuidados paliativos o de alivio en ese momento.
La insuficiencia cardíaca puede empeorar repentinamente debido a:
- Falta de irrigación al miocardio (isquemia)
- Comer alimentos muy salados
- Infecciones u otras enfermedades
- No tomar la medicación correctamente
- Arritmias o trastornos del ritmo cardiaco.
¿Cuándo debo contactar con el médico?
- Aumento de la tos.
- Aumento de peso o inflamación repentina.
- Debilidad.
- Si se desmaya.
- Si tiene ritmo cardíaco irregular y acelerado (sobre todo si también tiene otros síntomas).
- Siente dolor torácico opresivo e intenso
Vigilancia y cuidados personales
Si usted tiene insuficiencia cardíaca, su médico o equipo lo vigilará de cerca. Tendrá visitas de control frecuentes. También tendrá exámenes para revisar su función cardíaca.
Conocer su cuerpo y los síntomas que indican que su insuficiencia cardíaca está empeorando lo ayudará a permanecer más saludable y fuera del hospital.

- Esté atento a los cambios en la frecuencia cardíaca, pulso, presión arterial y peso.
- El aumento de peso, especialmente en uno o dos días, puede ser un signo de que su cuerpo está reteniendo líquidos adicionales y que su insuficiencia cardíaca está empeorando. Hable con su médico acerca de lo que debe hacer si su peso sube o si presentan más síntomas.
- Limite la cantidad de sal que consume. Su médico también le puede pedir que reduzca la cantidad de líquido que toma durante el día.
Otros cambios importantes para hacer en su estilo de vida:
- Pregúntele a su médico la cantidad de alcohol que puede tomar.
- No fume.
- Permanezca activo. Camine o monte en bicicleta estática. El médico le puede brindar un plan de ejercicios seguro y efectivo para usted. No haga ejercicio los días en que aumente de peso a causa de la retención de líquidos o si no se siente bien.
- Baje de peso si tiene sobrepeso.
- Disminuya el colesterol cambiando su estilo de vida y alimentación.
- Descanse lo suficiente, incluso después del ejercicio, después de comer y de otras actividades. Esto permite que también su corazón descanse.
La mayoría de los casos de insuficiencia cardíaca se pueden prevenir llevando un estilo de vida saludable y tomando medidas que busquen disminuir su riesgo de cardiopatía.
Control de la insuficiencia cardíaca en el hogar
El hecho de conocer su cuerpo y los síntomas que le dicen que su insuficiencia cardíaca está empeorando lo ayudará a estar más saludable y fuera del hospital. En casa, debe vigilar los cambios en su:
- Presión arterial
- Frecuencia cardíaca
- Pulso
- Peso
- Grado de fatigabilidad.
Algunas veces, estos chequeos simples le recordarán que olvidó tomarse una pastilla o que ha estado tomando demasiado líquido o consumiendo demasiada sal.
No se olvide de anotar los resultados de sus chequeos en el hogar para que pueda compartirlos con su servicio de atención médica.
¿Qué debo valorar?
Valore su estado general:
- ¿Está mi nivel de energía normal?
- ¿Tengo más dificultad para respirar cuando estoy realizando mis actividades cotidianas?
- ¿Estoy sintiendo la ropa o los zapatos apretados?
- ¿Se me están hinchando los tobillos o las piernas?
- ¿Estoy tosiendo con más frecuencia? ¿Mi tos suena húmeda?
- ¿Tengo dificultad para respirar durante la noche?
Estos son signos de que hay demasiado líquido acumulándose en su cuerpo. Será necesario que usted aprenda a reducir sus líquidos y la ingesta de sal para prevenir que estas cosas sucedan.
Revise su peso
Usted llegará a saber cuál es el peso adecuado para usted. Pesarse a sí mismo lo ayudará a saber si hay demasiado líquido en su cuerpo. También podría descubrir que está sintiendo su ropa y zapatos más apretados de lo normal cuando hay demasiado líquido en su cuerpo.
Pésese todas las mañanas en la misma báscula cuando se levante — antes de comer y después de usar el baño. Asegúrese de estar usando ropa similar cada vez que se pese. Anote su peso todos los días en una tabla de manera que pueda llevar un control de él.
Llame a su médico si su peso aumenta más de 1.5 kilogramos en un día o 2 kilogramos en una semana. Llame también a su servicio de asistencia si pierde mucho peso.
Revise la frecuencia cardíaca y el pulso
Sepa cuál es su frecuencia de pulso normal. Compare con su última anotación.
Usted se puede tomar el pulso en el área de la muñeca debajo de la base del dedo pulgar (pulso radial). Use su índice y el tercer dedo de la otra mano para encontrar su pulso. Utilice el segundero de un reloj y cuente el número de latidos durante 30 segundos. Luego duplique ese número. Ese es su pulso.
Su servicio de asistencia puede darle un equipo especial para verificar su frecuencia cardíaca.
Revise la presión arterial
Su servicio asistencial puede solicitarle que lleve un registro de su presión arterial en el hogar. Asegúrese de conseguir un dispositivo casero bien ajustado y de buena calidad. Muéstreselo a su médico o a la enfermera. Probablemente tendrá un brazalete con un estetoscopio o una lectura digital.
Practique con su proveedor para estar seguro de que esté tomando la presión arterial correctamente.
Llame a su servicio asistencial.
Cuando:
- Está cansado o débil.
- Se siente con dificultad para respirar cuando está activo o cuando está en reposo.
- Tiene dificultad para respirar cuando esta acostado.
- Tiene una tos que no desaparece. Puede ser seca y persistente, o puede sonar húmeda y arrojar esputo, rosado espumoso.
- Presenta hinchazón en sus pies, tobillos o piernas.
- Tiene que orinar mucho, especialmente por la noche.
- Orina poco.
- Ha subido o bajado de peso.
- Presenta dolor y sensibilidad en el abdomen.
- Tiene síntomas que cree podrían ser a causa de sus medicamentos.
- Su pulso o latido cardíaco, se pone muy lento o rápido, o no es regular.
- Su presión arterial está más alta o baja de lo normal para usted.
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